viernes, 12 de junio de 2009

Cronica Teatral - II - La Función

Bueno…, bueno…, pasamos a la segunda parte de la crónica teatral de El Principito.

Esta si es realmente la parte que importa, la que se refiere a la obra y su interpretación.

La compañía que trajo esta obra a este bonito y educado pueblo se llama “Fabularia Teatro”. Se trata de una compañía Castellana-Leonesa, vallisoletana para mas señas, con una amplia experiencia a pesar de su relativa juventud.

La obra que han elegido representar no es propiamente una obra de teatro, pero si es fácilmente adaptable debido sobre todo al pequeño numero de personajes que intervienen en la trama. Los personajes básicos son el aviador, la rosa, el zorro, la serpiente y como no: El Pequeño Príncipe. También aparecen otros personajes no tan básicos pero si necesarios para la historia, como son: el rey, el borracho, el farolero, el geógrafo…, todos esos habitantes de los diferentes planetas que recorrió el Principito junto a su bandada de pájaros y que hacen que sepamos parte del modo de pensar del príncipe viajero.

La obra esta interpretada por tan solo tres actores. Uno de ellos es quien se encarga de interpretar al Principito y el resto al resto…, valga la redundancia.





Habría que destacar, tanto por su originalidad como por su gran acierto y perfecta ejecución, los papeles del zorro, la serpiente y la rosa. Esos personajes, tan importantes en la narración son interpretados maravillosamente por… ¡¡Títeres!!, si así es, unos cuidados títeres perfectamente inspirados en los dibujos originales de Saint-Exupery. Personalmente…, el zorro me encanto, ¡perfecto!. El manejo de los títeres fue perfecto y el doblaje de sus voces, por parte de los actores, también fue excepcional.

Los decorados basados en la simplicidad del libro, también fueron de destacar. Mínimos pero básicos para representar la obra sin olvidar el libro del que proviene. Empezando por el paisaje…, ese que el autor describió como el sitio en el que vio aparecer al Principito y desaparecer después, ese paisaje que podría ser el mas triste de la tierra estaba allí representado con sencillez. Igualmente perfectamente conseguido el avión del escritor, el pozo del desierto con su roldana, los planetas habitados por los mas variopintos personajes…, un diez en decorados. Otro diez en vestuario.


Como podéis ver me gusto bastante lo que allí vi o me dejaron medio ver el resto de espectadores. Espero que cualquier día de estos vuelvan a representarlo cerca de mi ciudad para poder ir de nuevo a disfrutar con la obra, con la esperanza de que en esa ocasión me encuentre rodeado de personas normales como mínimo, de personas, no es tanto pedir, ¿verdad?


Bueno…, ya veis…, por mi parte totalmente recomendable la adaptación de la obra del aviador francés al teatro. La compañía teatral, Fabularia, recomendable también. No he visto mas obra suya que esta, pero creo que como muestra vale este botón. Muy mucho deben de cambiar en otras obras para hacerlo mal. Imagino que debido a que geográficamente no son cercanos a mi ciudad, no tendré mas oportunidades de verlos actuar. Pero…, quien sabe…, la vida da tantas vueltas. Y los comediantes son tan viajeros…. Nunca se sabe.

Parto de la base de que la mayoría de gente ha leído el libro, bien de pequeño o bien mas tarde de mayor. Y quien no lo ha leído al menos si sabe de su existencia y mas o menos de su trama. Pero si alguien hay que no lo haya leído ni sepa de que va, le recomiendo que lo lea y saque sus propias conclusiones sobre el mismo.

Para mi es un libro imprescindible. Lo he leído en innumerables ocasiones e imagino que lo seguiré haciendo siempre.

Hasta aquí llego por hoy.

Espero tener pronto cualquier otra inquietud que compartir por aquí, sea sobre lo que sea.

Se admiten peticiones…, jejeje.


Mientras tanto unas recomendaciones que nada tienen que ver con el tema del post.


Va de poesía…:

La primera..., una que hace tiempo no leía y que recientemente algún duendecillo me recordó…, gracias por ello...; “A un olmo seco” del gran Machado.

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.


Y la otra..., una poesía hecha canción: “Palabras para Julia” de José Agustín Goytisolo, en dos posibles versiones: una por Los Suaves y otra por Paco Ibáñez; distintas pero igualmente sentidas.













Esto es todo amigos…!!

Cronica teatral - I - El Publico

Ya se que ando siempre en promesas de escribir eso o aquello…, siempre dejando para después las cosas. Claro…, luego llega el después ese y lo postergo mas aun, y así siempre…, no tengo remedio.


Pero de vez en cuando si cumplo lo prometido. Y tal como prometí…, hablare de aquella obra teatral y de sus espectadores.


Lamento que el tiempo pasado entre la obra y este post sea demasiado. Esa demora es injusta por dos razones: La primera es que me quita un poco la ilusión de la representación recién vista, eliminando así parte de la fascinación inicial. La segunda que también doy algo menos de importancia al comportamiento del público asistente, cosa que desde luego importaba ese día.

Pero bueno..., así es la vida..., tratare de recordar ambas cosas de la mejor manera posible.

El primer recuerdo será para el público asistente, no por ser el mas importante sino por ser el primero que quisiera olvidar. No quisiera generalizar a todo el publico que allí estuvo, no seria justo, así que estimare entre ese publico “molesto” a un 80% de los asistentes (y soy generoso).
La cuestión es que la representación fue en un polideportivo. Estaba todo muy bien preparado: las sillas ordenadas, protecciones en el suelo para no dañar el parquet, los lucernarios cegados para impedir la entrada de luz diurna que molestara la correcta iluminación, todo muy correcto y ordenado. Todo menos el publico.


Obviamente acudieron en altas cantidades niños y niñas de muy diferentes edades acompañados de los padres, tíos, o demás familia. Los niños, como norma general, son pequeños seres revoltosos e inquietos. Normalmente tienden a trasgredir las normas mas elementales de comportamiento, esta en su naturaleza, es normal.


Desde pequeños se les procura una educación, tanto a nivel publico en las escuelas como a nivel particular en sus propias casas. Claro que hay gente que piensa que la educación deben darlas los profesores. Se equivocan. La educación principal se ha de dar en cada casa, por los padres y familia.


Pero claro…, si el padre es capaz de ir al teatro oyendo la radio mientras come pipas y tira las cáscaras al suelo, todo esto acompañado de una cerveza…., o la madre no para de hablar con el móvil durante la representación, ella muy peripuesta para asistir a ese evento social del teatro infantil, o no para de cotorrear con la vecina de silla sin importarle si los demás han ido a ver y escuchar la obra. Si los padres y familias carecen de la educación mas básica para comportarse en publico…., ¿que podemos pedir a los hijos?


Pues solo podemos pedirles lo que allí se vio durante la representación. Niños corriendo por los pasillos como si en un parque estuvieran. Jugando y saltando por las sillas…, desordenándolas…., hablando …, gritando…, jugando a maquinitas electrónicas…, peleándose con los hermanos…, tratando de quitarle al niño que iba con nosotros un panfleto de la representación que daban al entrar (por favor…, ¡¡por que no cogiste tu uno al entrar, niñato!! ) o pegándoles pellizcos a este niño sin conocerlo de nada…, niños con unos bonitos deportivos con luces que se encendían al correr por todo el improvisado teatro…., y todo eso acompañado de un rumor de voces generalizado que hacia pensar mas bien en un mercado que en una representación teatral. Aun conociendo la obra perfectamente hubo momentos en que me desconcentre tanto de la trama que me perdía. ¡Increíble!


Puedo parecer exagerado, pero creedme…. no lo soy.


Esto sucedió en un pueblo cercano a Murcia, durante las fiestas de ese pueblo. Visto esto y con otras referencias que ya tenia de otras visitas a este pueblo, estoy que vuelvo a ver algo allí…, apañados van.

Sin ánimo de ofender demasiado…, mejor me callo…, jejeje.

Hasta aquí la primer parte de la critica teatral.

jueves, 28 de mayo de 2009

Pre-cronica post-teatro

Jueves 28 de Mayo, día post-partido y post-teatro.

Como comente ayer, tome la decisión de acudir a la representación teatral de El Principito en vez de quedarme en casa viendo la final del Barça.

Parece ser que el partido de fútbol estuvo bastante bien, y además gano el Barça. Todo correcto entonces. Me alegro por ellos y todos sus seguidores. Tienen muy buen equipo, parecen bastante bien adaptados unos con otros, bien dirigidos y no se les ve demasiado por encima de los demás en cuanto a declaraciones y actuaciones extradeportivas.

Resumiendo: Parecen de otro planeta por su facilidad de dibujar el fútbol pero no son Galácticos. Tan solo se dedican a jugar y hablar en el campo mayoritariamente. Eso debería de ser así en todos los equipos.

Por otro lado…, al final me decidí por el teatro.

En cuanto a esta decisión, me pareció correcta pero me reservo mi crónica para cuando tenga un ratillo para poder hacerla con la seriedad que se merece. Adelantare que la obra en cuestión me pareció perfecta. Una mas que recomendable adaptación a las tablas del libro del melancólico aviador que huyendo del mundo desapareció. Se merecería este Antoine una reflexión mas amplia sobre el y sobre su obra, algún día…

Termino…, lo dicho…, que mas adelante os daré la impresión que me causo ayer la representación, temo que será extensa, el que avisa no es traidor. Igualmente tratare de dar mi impresión sobre algo ajeno a la obra, ajeno pero influyente en ella, me refiero al público asistente. Temo que esta parte también sea extensa, pero en este sentido me cuesta trabajo callar. Fue incalificable lo que allí vi.

Pues nada…, en breve en sus pantallas.

miércoles, 27 de mayo de 2009

El dilema

Hoy es 27 de Mayo.

Hoy es la tan esperada final de la Champions para algunos. A mi aunque el futbol no me mata, no me disgusta ver estos partidos. Además un equipo español es el que puede ganar, pues mejor que mejor.

Tenía pensado ver tranquilamente el partido en casa, acompañado de una suculenta cena. Pero ahora ya no se que hacer.

El otro día paseando por la ciudad vi un cartel en el que anunciaban una representación teatral de El Principito. Desde pequeño me encanta ese libro que ya he leído no se cuantas veces. Así que pensé en ir a verla.

Al día siguiente caí en que coincidía con el partido de marras que también tenía interés en ver. Vaya coincidencia, ¿y ahora que?, pensé.

¿Futbol o teatro…?, ¿Principito o Barça…?

Bueno, pues al final me he decidido, no había mas remedio que elegir. Ya llegara el Barça a otra final, y a las malas…, ya se tiraran toda la semana hablando de esta final en los medios, ganen o pierdan. Ya repetirán los goles y las celebraciones, o las decepciones. Pero El Principito en teatro, nunca lo he visto.

Así que la decisión esta tomada. Me iré al teatro.

Además, así aprovechare hoy también para a dar la bienvenida al mundo a la hija de unos amigos que acaba de nacer hace unas horas.

Que mas se puede pedir…: Una niña recién nacida, una representación del principito…, y quien sabe, a lo mejor el Barça consigue ese mediático triplete. Todos contentos.

Bueno…, pues me voy ya mismo. Ya contare que me pareció la adaptación de la Obra de Antoine de Saint-Exupéry. Gran tipo este Antoine.

Hasta la próxima….

lunes, 18 de mayo de 2009

Mario Benedetti..., In Memoriam

Esta mañana mientras desayunaba, antes de salir hacia el trabajo, la radio me sorprendió diciendo:“Ha muerto, a la edad de 88 años, Mario Benedetti, el gran poeta uruguayo”.
Hacia ya tiempo que las noticias se hicieron eco de el mal estado de Benedetti, y eso sumado a que ya no era un niño, claro, no debe sorprender una noticia así. También comentaban que desde la muerte de su esposa, hace pocos años, el hombre había perdido parte de las ganas de vivir.
A pesar de ser algo predecible, a veces, cuando oyes cosas así te sientes un poco apenado, como si lo conocieras.

No es que haya leído toda su obra, ni mucho menos, pero si algunas cosas.
Ahora mismo me vienen a la memoria algunas obras suyas que he leído como “Quien de nosotros”, “La tregua”, “Pedro y el capitán”, “Buzón de tiempo”, así como unos cuantos poemas de los que, como la mayoría de los poemas, no recuerdo el titulo nunca.

Me gusta como escribía. Es mas que recomendable su lectura para todo aquel que aun no lo haya hecho.

Físicamente lo recuerdo como un hombre pequeñito, refugiado tras su bigote y con una mirada un poquillo triste pero a la vez alegre. No se…, me caía muy bien por alguna entrevista que vi o leí. Parecía un tipo simpático, inteligente y normal. Un hombre cotidiano.

Hay un poema de Alfonsina Storni titulado, si mal no recuerdo, “Hombre pequeñito”. Ese poema fue musicado hace unos años por Imanol y siempre que oigo esa canción me acuerdo de Benedetti, por lo de hombre pequeñito, no porque el poema lo definiera. No se…, parece una tontería pero es así.

Bueno…, seguro que en Internet hay cientos de páginas en las que hablan de la vida, obra y ahora muerte del poeta, así que para que aburriros mas.

Esto solo pretende ser un recuerdo propio puesto en común a quien lo quiera leer.

Y como recuerdo a este escritor…, poeta y cuentista entre otras cosas…, quede aquí una de sus poesías, su Curriculum…, también musicada después por otro grande:




Currículum

El cuento es muy sencillo
usted nace en su tiempo
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
y el temerario insecto
que será pisoteado
por su zapato nuevo.

Usted sufre de veras
reclama por comida
y por deber ajeno
o acaso por rutina
llora limpio de culpas
benditas o malditas
hasta que llega el sueño
y lo descalifica.

Usted se transfigura
ama casi hasta el colmo
logra sentirse eterno
de tanto y tanto asombro
pero las esperanzas
no llegan al otoño
y el corazón profeta
se convierte en escombros.

Usted por fin aprende
y usa lo aprendido
para saber que el mundo
es como un laberinto
en sus momentos claves
infierno o paraíso
amor o desamparo
y siempre, siempre un lío.

Usted madura y busca
las señas del presente
los ritos del pasado
y hasta el futuro en ciernes
quizá se ha vuelto sabio
irremediablemente
y cuando nada falta
entonces usted muere.

El cuento es muy sencillo.

miércoles, 13 de mayo de 2009

¡De viaje a la playa!

Dos en un día…, ¡pa´que veas!

Como dije..., a escribir toca.

Para alguno su infancia fueron recuerdos de un patio de Sevilla, de un huerto claro donde madura el limonero…

Para mi, mi infancia son recuerdos de un montón de cosas, como le ocurre a todo el mundo. Pero el otro día, ahora mismo no recuerdo ni como, ni porque, ni donde, me acorde de algunas cosillas que tenia casi olvidadas.

Imagino que fue alguno de estos días yendo hacia la playa, me acorde de aquellos fines de semana en los que hacíamos el macuto y nos veníamos a pasar el finde o algún puente en fechas cercanas a estas de hoy…, pero muchos años atrás.

No se porque me vino el aroma del viaje. Viaje que ya no será nunca como antes. Ahora en media hora te pones en cualquier sitio, sin pararte, sin casi ni mirar por la ventanilla, escuchando la radio o algo de musica interrumpida de vez en cuando por alguna llamada al práctico manos libres que algunos multas nos quita.

Antes no era así. Salíamos de casa, por ejemplo, el sábado más o menos temprano. Subíamos el Puerto de la Cadena a velocidades nada comparables a las actuales, y de vez en cuando nos topábamos con pequeñas caravanas de vehículos que iban con parecido destino. Sobrepasábamos algún coche parado en la cuneta al que se le calentaba demasiado el motor y probablemente le había fastidiado el finde a sus propietarios.



Superado el obstáculo del Puerto iniciábamos la bajada pensando ya en la indispensable parada de en alguna de las venta que había en la ruta. Allí, en un momento acopiábamos aquello que nos alimentaria esos días en la playa. Con esta compra continuábamos el camino pero acompañados de ese aromilla a pan recién hecho y embutido fresco, pellizcando el pan calentito acompañándolo de algún trozo de salchicha.

Como digo…, continuábamos el viaje. Aparte de nosotros mismos, en el coche siempre nos acompañaban otros…, la mayoría de las veces era Serrat recordándonos a Miguel Hernández, a Machado, a el mismo y a todas esas pequeñas cosas. Otras veces eran el trío Los Panchos cantando Vagabundo o La hiedra con o sin Eydie Gorme. Con tal banda sonora seguíamos el camino. A veces parábamos a comprar algún refresco en cualquier bar de un pueblecillo del camino. Recuerdo parar en la cuneta a coger de algún campo de cebada canutillos con los que hacer unas pajillas para la Fanta de naranja. Era una parada voluntaria casi siempre, unas veces para eso, otras para cortar unas cuantas margaritas y otras… Otras veces no era voluntaria ni premeditada esta parada, mas bien era precipitada, debido a que a alguien, a una de los dos hermanos que éramos en esos tiempos y que no era yo, siempre le daba por vomitar.



Otra casi obligatoria era la que hacíamos frente a la barrera del paso a nivel que prácticamente en todos los viajes nos pillaba bajada. Pacientemente veíamos correr frente al coche el tren que iba o venia de Cartagena. Ahora ya no es así, ni el tren puede detenerte en tu camino hacia las playas. Antes o después de ese paso, no recuerdo bien…, había una pequeña granja con algunas vacas lecheras. Me gustaba mirarlas mientras nos miraban.

Tras unos cuantos pueblecitos mas y algún que otro semáforo en la ruta llegábamos al destino. Como comenté antes, la duración del viaje no es en nada comparable a la actual. Pero el encanto tampoco es el mismo. Ahora todo es mas simple.

Ya en casa tocaba quitar los tableros que protegían puertas y ventanas del frío y lluvia del invierno. En su interior todo era penumbra, humedad y olor a salitre hasta que los retirábamos. Después de eso todo era luz y aire marino fresco y húmedo. En la calle siempre habían unos cuantos coches de familias de vecinos que habían tenido los mismos planes para ese fin de semana. Los mayores se saludaban y se contaban lo mismo de siempre…, que si que buen día hace, como pica el sol, no veas como esta la casa de estar cerrada….

Una de las cosas que hacia siempre, después de comprobar que todo seguía en el sitio que lo habíamos dejado el verano anterior, era correr hacia el patio trasero para quedar asombrado con la cantidad de matas que habían crecido en estos últimos ocho o nueve meses. Siempre era lo mismo pero siempre me sorprendía. Que le voy a hacer, soy así de simple.

Después de esa mecánica comprobación, corríamos a ver las bicicletas, a darle aire a las ruedas y dar la primera vuelta por el pueblo. Teníamos que hacer el reconocimiento de lo que había cambiado desde el verano anterior, ver las casa que había abiertas, y alguna nueva que estuvieran construyendo donde antes había un solar o casa vieja.

Comidas, meriendas, cenas, sueños…, y entre todo eso jugábamos, nos bañábamos y reíamos, veíamos a parte de la familia que también podía haber pasado el finde por allí, cambiábamos la rutina del invierno por la novedad del cercano verano.



Esos dos días se pasaban volaos. Llegaba el Domingo en la tarde, macutos y bolsas de nuevo al maletero. No solíamos salir demasiado tarde en previsión del dominical atasco que casi siempre nos esperaba en la subida al Puerto. El viaje de vuelta solía ir amenizado por algo bien diferente al de ida, en este caso la banda sonora la ponían los locutores de la radio gritando ¡Goool en Las Gaunas...! o cosas similares relacionados con los partidos de liga y con esa quiniela que siempre hacia mi padre y nunca acertaba catorce. Miento..., alguna vez si que atino con los catorce, pero claro…, la alegría dura poco en la casa del pobre…, siempre en esa jornada había en España cientos de personas que habían pensado los mismos resultados que el, y claro…, tocaban a cuatro duros mal contados.

Siempre la misma historia, siempre el mismo final.

Acabo como empiezo. Mi infancia no son recuerdos de un patio de Sevilla, pero son recuerdos de otras cosas. Las que conté hoy entre ellas y otras muchas que seguro nunca contare pero que siempre las recordare.

Hasta otra…, hasta cuando sea…

Pasaba por aqui...

Ya…, ya…, ya lo se. La última vez que escribí algo aquí fue para decir que me iba de vacaciones de Navidad.

No pienses que mis Navidades duran cinco meses, no es así, es que desde entonces no he tenido ganas de pasarme por aquí. Mas de una vez pensé en hacerlo…, una idea por aquí, otra por allá, esto me gustaría escribirlo, aquello también…, pero al final nada de nada.

Total… ¿para que?, ¿para leerme yo mismo?, si yo ya se lo que pienso sobre todo, me conozco mejor que nadie, ¿qué pretendo descubrirme?.

Resumiendo entre las pocas ganas y pocas ideas, deje huérfano el sitio. Menos mal que no todas las musas se fueron con en Nano, y alguna quedo cerca para hacerme compañía e insistirme en colgar algo en este inconstante tablón.

Preparare algo que me merezca la pena, algo que de vez en cuando voy recordando en determinados momentos. Nada político, nada cultural, algo que posiblemente a nadie diga nada, pero me da igual. A mi si, y quizás a alguien mas que ni se si lee esto, ni si recuerda las cosas como yo.

Luego lo escribo…